Un nuevo antiparasitario a base de hongos y administrado a perros que conviven en albergues caninos, ha arrojado muy buenos resultados y puede suponer una gran revolución contra los parásitos en canes.
La importancia de la desparasitación en los refugios caninos
Cuando llega un perro a un refugio, se espera que este sea alojado de forma temporal hasta que se le encuentra un nuevo hogar. Por desgracia, esto no ocurre con la frecuencia deseada y, por ello, los trabajadores y colaboradores de estos lugares se enfrentan al riesgo de exponerse a etapas infecciosas de los parásitos que se desarrollan en el suelo.
Helmintos transmitidos por el suelo como los tricúridos, ascáridos y los anquilostomáticos son detectados con mucha frecuencia en los refugios caninos. Su transmisión es potenciada en los suelos de tierra, pues estos favorecen el desarrollo de huevos que son eliminados a través de las heces de los perros que están infectados. Esto, a su vez, incrementa el peligro de nuevas infecciones.
El control de estos parásitos en los albergues es esencial no solo por los animales, sino porque hay que reducir cualquier riesgo de que los cuidadores puedan infectarse o que lo hagan las familias que adoptan a esos animales.
Por esa razón, es importante reforzar el impedimento del desarrollo de etapas infecciosas de los suelos gracias a una limpieza rutinaria en las perreras, la eliminación de los excrementos y la desparasitación canina.
Uso de hongos para reducir las etapas infecciosas de algunos endoparásitos
La realidad es que existe un procedimiento, aunque poco desarrollado y con escasa información, que ayuda a reducir las presencia de las etapas infecciosas de ciertos endoparásitos. Este está basado en el empleo de ciertos hongos saprofitos filamentosos que se encuentran en el suelo.
Con respecto a esto, el Grupo de Control de Parásitos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela ha desarrollado un estudio que analiza la utilidad de una formulación comestible. Esta consiste en una gelatina compuesta por una mezcla de M. circinelloides y D. flagrans, que ayuda a limitar la supervivencia de las etapas infecciosas de los helmintos en el suelo. Con ello, por tanto, se puede reducir las infecciones entre perros alojados en los albergues.
Con el fin de desarrollar la investigación, la gelatina en forma de glosinas antiparasitarias se administró 3 días a la semana, a lo largo de 17 meses, a un total de 18 perros (grupo DRF) y otro grupo se mantuvo sin hongos (grupo CD).
Los resultados de la administración de las golosinas antiparasitarias
Los canes fueron desparasitados en los meses 0, 3, 7, 10 y 13 y los expertos comprobaron que los niveles de puesta de huevos de helmintos disminuyeron en un 96-98% a los 14 días de cada administración.
Los conteos fecales de los huevos de helmintos fueron parecidos en ambos grupos hasta los meses 6-8 y luego se mantuvieron mucho más bajos en los perros del grupo DRF que en los del CD.
Teniendo en cuenta los resultados se puede concluir que esta formulación aporta una solución muy eficaz para el objetivo de disminuir los riesgos infecciosos de los perros que conviven en refugios.
Por tanto, como exponen los autores, la formulación de clamidosporas de M. circinelloides y D. flagrans en golosinas de gelatina, aportan una solución sencilla y fácil de administrar para los cuidadores.
Además, las características de las golosinas facilitan su conservación a temperatura ambiente, por lo que se convierten en un remedio eficaz y sostenible que ayuda a disminuir la frecuencia de desparasitación de esos canes.