Como sabéis, los pequeños cachorros de perro son animales especialmente sensibles al aprendizaje del entorno y a las relaciones con personas. Por ese motivo, Europa ha lanzado una guía para conducir a los criadores de perros a una correcta socialización.
Un documento para la socialización de cachorros
El pasado 30 de junio, la Plataforma de la UE sobre el Bienestar de los Animales adoptó una Guía para los criadores de perros, sobre la socialización de los cachorros. En ella, se recogen unas directrices que se aplican a las personas que tienen canes para la cría.
El documento pretende ser un elemento de consulta que les ayudará a cumplir con su deber en lo que al cuidado de estos animales se refiere.
Empezar con buen pie la socialización
Los criadores de perros deben asegurarse de que los cachorros tienen un buen comienzo en sus vidas. Eso implica una correcta socialización y un comportamiento saludable respecto al entorno. Solo así podrán desarrollar las actitudes necesarias para tener una buena calidad de vida en sus hogares, favoreciendo la convivencia entre ellos y los humanos.
La guía va a servir a los veterinarios encargados de las inspecciones de los criaderos y a las autoridades competentes para verificar si los criadores tienen a los cachorros en entornos adecuados. Eso supone que estén en un ambiente donde se les proporcione experiencias positivas para promover el desarrollo de conducta de los mismos.
Tal y como se indica en ese documento, es muy necesario que los criadores mantengan actualizados sus conocimientos para poder seguir el ritmo de cualquier avance. Además, si es preciso, deben buscar asesoramiento de un veterinario conductista profesional.
¿Qué necesita un cachorro para ser feliz?
La guía señala qué es lo que necesitan los cachorros para que sean felices.
Entre otras cuestiones, indica que deben vivir experiencias frecuentes, positivas y variadas en las que intervengan otras personas, animales, el entorno exterior y el interior (entorno doméstico) durante todo su desarrollo.
Además, es esencial cuidar al cachorro desde que está en el útero. Es decir, hay que cuidar a la madre durante la gestación, pues no hacerlo acarreará consecuencias negativas en el desarrollo del perro hasta llegar a su edad adulta.
También se destaca la especial sensibilidad al aprendizaje que tienen los cachorros durante sus primeras 12 semanas de vida. Sin las experiencias adecuadas, los cachorros pueden crecer con miedos y desarrollar problemas comportamentales cuando crezcan.
Además de todo lo mencionado, la guía señala la importancia de que los cachorros permanezcan con sus madres hasta que sean destetados por completo.
En definitiva, el documento recalca la esencialidad de que los criadores asuman su responsabilidad a la hora de moldear de manera positiva la experiencia temprana de los cachorros. Solo así se verán preparados para una vida saludable y feliz junto a sus familias humanas en el entorno doméstico.
