Cómo afecta la falta de sueño al trabajo veterinario

Cómo afecta la falta de sueño al trabajo veterinario

Consejos

El sueño es una función vital. No podemos vivir sin dormir, puesto que es un estado fisiológico de autorregulación y reposo del organismo. Por ello, la falta de sueño puede afectar negativamente a tu trabajo veterinario, así como a cualquier otra actividad laboral.

Veamos de qué modo.

Maneras en las que afecta la falta de sueño en el trabajo veterinario

Es muy frecuente que las personas sufran algún trastorno relacionado con el sueño. Las razones son múltiples y los efectos de ello también.

Estado de ánimo

Ante una mala noche de descanso, una de las señales más evidentes es que el estado de ánimo se vea alterado.

La falta de sueño aumenta la irritabilidad y el estrés, haciendo que las personas se sientan más irascibles.

Eso, en veterinaria, es muy negativo, ya que podría suceder que ante una situación hostil protagonizada por un cliente en la clínica, el profesional no consiga comunicarse correctamente y las consecuencias sean peores. Por ejemplo, que haya un cliente enfadado y no le respondamos adecuadamente.

Además, ese estado de ánimo también puede afectar a la comunicación interna del equipo.

Menos productividad

Este también es otro de los principales efectos de la falta de sueño en veterinaria.

El cansancio de dormir pocas horas y el sentimiento de estrés que eso genera, se traduce en que cuesta más seguir el ritmo de trabajo en el centro.

Más riesgo a errores

Por supuesto, una de las peores consecuencias de la falta de sueño en el trabajo veterinario es que aumentan las posibilidades de cometer errores.

Esto puede ser verdaderamente peligroso cuando se están realizando pruebas o intervenciones quirúrgicas a los animales.

Maneras en las que afecta la falta de sueño al trabajo veterinario

Aumentan las posibilidades de sufrir accidentes

La falta de descanso también incrementa las probabilidades de que sufras un accidente, tanto dirigiéndote a tu centro de trabajo, como en él.

No dormir bien hace que los reflejos disminuyan, la visión se puede ver perjudicada, se presta menos atención, etc.

Por todo ello, es esencial que adoptes unos hábitos de sueño saludables para lograr el máximo descanso.

Hábitos de sueño saludables

El buen descanso depende de muchísimos factores, pero seguir unos hábitos de sueño saludables te pueden ayudar a ello.

  • Intenta seguir un horario de sueño, acostándote y levantándote a la misma hora todos los días.
  • Sal al exterior para obtener luz natural, al menos, durante 30 minutos diarios.
  • Haz algo de ejercicio cada día, pero nunca cerca de la hora de dormir.
  • No tomes siestas a media tarde. Si te tomas una siesta, esta no puede durar más de 15-30 minutos y debe ser, al menos, unas 7 horas antes de irte a la cama.
  • Evita la cafeína y la nicotina.
  • No tomes alcohol ni comidas copiosas antes de acostarte.
  • No utilices pantallas antes de acostarte. Si quieres desconectar antes de dormir, mejor lee un libro, escucha música relajante o realiza meditación.
  • Crea un ambiente apropiado para descansar. Eso implica cuidar la temperatura de la habitación, la luz y el sonido. El orden también favorece el descanso.
  • Si no logras dormirte después de 20 minutos en la cama, lo mejor es que te levantes y hagas una actividad relajante, como tomar un baño de agua templada.
  • En caso de que no puedas dormir ni tomando remedios naturales, lo ideal es que consultes con tu médico para que te ofrezca algún tipo de ayuda.