Habéis recibido amenazas o malas contestaciones por parte de clientes en vuestro centro veterinario

¿Habéis recibido amenazas o malas contestaciones por parte de clientes en vuestro centro veterinario?

Entrevistas

En esta ocasión, en Mundo Vets quisimos conocer si los profesionales del sector veterinario se han enfrentado a situaciones en las que se han sentido amenazados por parte de los clientes o estos han reaccionado de alguna manera que les haya hecho sentir mal. Por desgracia, hemos encontrado bastantes respuestas afirmativas.

Las peores palabras que han recibido los profesionales del sector veterinario en la clínica

Lo primero que nos han dejado claro casi todos los profesionales veterinarios con los que hemos hablado es que, por suerte, la mala educación, las malas contestaciones y las amenazas por parte de los clientes no son para la norma en el día a día de los centros. La grandísima mayoría solo tienen palabras de gratitud por su trabajo, sea cual sea el resultado.

No obstante, muchos, también en alguna ocasión, han recibido comentarios malsonantes o con ataques.

Varios profesionales veterinarios que han respondido a nuestras preguntas nos han contado que uno de los motivos que con más frecuencia causa malas reacciones en los clientes es cuando estos no reciben la respuesta que querían oír sobre las posibilidades de mejora o de cura de sus animales. «Muchas veces el cliente no entiende que, por desgracia, no tenemos una varita mágica con la cual sanar a nuestros pacientes, sea cual sea el caso» nos contaba una de las personas entrevistadas.

Ante esta misma situación, otra persona nos confesaba que un comentario de ese estilo fue acompañado de un ataque a su profesionalidad, acusándola «haberse ganado el título en una rifa».

Las peores palabras que han recibido los profesionales del sector veterinario en la clínica

Pero, sin duda, lo que más se ha repetido entre las respuestas recibidas es que se dan muchos insultos y amenazas por cobrar por los servicios veterinarios bajo el pretexto de «Se supone que estáis aquí porque os gustan los animales, no entiendo que cobréis por ver a mi animal«. Es decir, que esas personas no entienden que esta es una profesión y que por muy vocacional que sea, es la que da sustento económico a quien la ejerce.

Además de lo comentado, recibíamos también esta otra experiencia: «En tantos años y guardias he tenido, claro que sí, malos comentarios, malas maneras a la hora de dirigirse a mí o alguno/a de mis compañero/as, pero han sido pocas y por suerte han salido bien (…). En momentos así entiendo que la gente llega nerviosa porque algo le ha ocurrido a su mascota y sé que esa brusquedad no va directamente hacia mí. Diferente es cuando llegan tratándonos como si no fueras nadie y entonces con educación y amabilidad se intenta llevar la conversación a buenos cauces o bien hacia la salida…».

Lamentablemente, por estadística, es bastante probable que, cada día, alguno de los profesionales del sector reciba palabras que no se merezca en absoluto dentro del centro veterinario. Lo importante en esas ocasiones es saber gestionar bien la situación para responder correctamente y no provocar un conflicto mayor. Y, sobre todo, tener muy presente que en la mayoría de casos son acusaciones que no deben tomarse como algo personal.

Ojalá algún día el respeto impere por encima de todo.