Trabajar en algo que nos haga realmente felices es la meta de muchísimas personas. Es cierto que la profesión veterinaria tienes sus pros y sus contras, pero, en esta ocasión, queremos centrarnos en lo bueno.
Por ello, desde Mundo Vets, hemos contactado con múltiples profesionales del sector veterinario para que nos contasen qué es lo que más felices les hace de su trabajo. ¿Quieres conocer las respuestas? ¡Pues continúa leyendo!
¿Qué os da la felicidad en el día a día veterinario?
En nuestro portal nos encanta daros voz. Por ese motivo, más de una vez hemos llamado a vuestra puerta para que nos contéis cosas de vuestro trabajo.
Nos hemos reído muchísimo con vuestras anécdotas divertidas y hemos conocido también qué es lo que os gustaría que cambiase en la profesión.
Para esta publicación queríamos recoger las circunstancias que os hacen felices, eso que os impulsa a seguir dedicando vuestro tiempo a la veterinaria.
¡Esto es lo que nos habéis contado!
Las respuestas
En el caso de Begoña de Diego, lo que más felicidad le aporta es hacer una medicina de calidad y que el cliente lo valore, sea cual sea el resultado final del caso. «Porque aunque en esta profesión no siempre se le gana a la muerte, sí que podemos ganar en ofrecer bienestar a nuestras mascotas durante todas las fases de su vida. Y eso me gusta mucho» nos dice.
Otra de las respuestas que obtuvimos de otra profesional fue que su trabajo la hace feliz cuando un animal con enfermedad grave responde al tratamiento y se va a casa con buen pronóstico. Y, además de esto, nos apuntaba algo mucho más concreto: «Quitar espigas de oídos y desbloquear gatos con obstrucción urinaria, y cualquier otro tratamiento que te hace pensar, ¡qué alivio tiene que sentir!».
Y es que, sin duda, seguro que han sido muchas las veces que se os habrá llenado el corazón de tranquilidad y felicidad al ver cómo los animales os respondían con un gesto o mirada de agradecimiento por haberles aliviado un dolor.
Foix Queraltó también nos habla de su trabajo: «Me encanta poder formar parte de la prevención de enfermedades zoonóticas y toxiinfecciones alimentarias». Y a nosotros nos encanta saber que una labor tan necesaria para la sociedad es llevada a cabo por profesionales que aman lo que hacen.
Hablando con Ana Cristina González nos cuenta: «Lo que más me gusta de mi profesión es poder descubrir qué enfermedad, dolor o necesidad tienen mis pacientes, ver cómo los voy ayudando a mejorar o a brindarles mejor calidad de vida». También añade un parte dura del trabajo veterinario, pero que, en cierta forma, también puede verse como algo positivo: «A veces, hasta el hecho de ayudarlos a partir de la manera más cómoda y sin dolor, es una satisfacción para mí, ya que sé que hago mi mejor esfuerzo por el bienestar de mis pacientes». Sí, dejar ir a un animal es muy duro, pero saber que le ayudáis a hacerlo sin sufrir tiene que ser también satisfactorio.
Tania Dorna es enfermera veterinaria, labor que, en sus propias palabras, no es oficial ni existe en España. Por eso, una de las cosas que más feliz le hace es sacar tiempo para irse fuera del país a estudiar o a congresos internacionales, para seguir formándose, llevar esa teoría que le enseñan a la práctica y comenzar a tener cuidados de enfermería veterinaria reales en España.
Tania también nos dice: … «a pesar de lo mal que se pasa siendo infravalorada y que tengas que luchar por hacerte un hueco día a día (…) que al final de un tratamiento o terapia, o al final de un mes de internado, tus pacientes están mejor que con los cuidados básicos de medicina veterinaria más extendidos en la península… Y que al volver a las revisiones, nuestros pacientes nos adoren aún habiendo sufrido muchísimo en nuestros brazos, creo que es lo único que puede recompensar nuestro gran esfuerzo en la lucha constante por su bienestar (…). Mis pacientes son y serán siempre mi prioridad y mi recompensa».
Otra de las respuestas recogidas de otra profesional de la veterinaria sobre qué le hace feliz en su trabajo es el momento de dar de alta a un paciente que ha estado hospitalizado. Sobre todo, nos cuenta, cuando «ves que tanto el paciente como el propietario se van contentos por fin a casa».
Belén del Barrio nos habla de la carrera veterinaria: «La profesión veterinaria tiene tantas salidas que cuando terminas la carrera, si no lo tienes muy claro, puedes acabar en una rama totalmente diferente a la que pensabas en un principio. En mi caso, estoy trabajando como veterinaria de saneamientos ganaderos, mi primer trabajo (que no será el último). Empecé con miedo porque no sabía si me iba a adaptar. Ahora echo la vista atrás y todos los miedos que tenía eran infundados. Me gusta saber que esto solo es el principio de una gran carrera profesional y que me esperan grandes proyectos que me harán feliz».
Está claro que saber que esta profesión os puede brindar muchísimas posibilidades diferentes es toda una motivación laboral. Además, Belén especifica lo más le gusta de ella: «… es algo que puede parecer típico, pero es así, el estar rodeada de animales, en mi caso de vacas, en mayor medida, y cabras y ovejas en menor proporción. Cada día de este trabajo es diferente, ya que me muevo por toda la provincia de Ávila y al final acabas tratando con mucha gente, mucho ganado y visitando lugares realmente bonitos. Me hace feliz pensar que sirvo para ayudar a la erradicación, vigilancia y control de enfermedades, a pesar de que este trabajo no sea muy bien visto dentro de la misma profesión. En definitiva, tener vocación por lo que hago, a pesar de tener días muy buenos y días muy malos, me hace feliz».
Por último, Álvaro Sicilia nos dice que «lo que más me gusta de ser veterinario es ser capaz de marcar la diferencia, especialmente para aquellos que no tienen voz«. Algo de suma importancia, pues, como él mismo añade, «mucha gente considera a sus mascotas como sus hijos». No obstante, eso hace también que la presión sea cada vez mayor para los profesionales de este sector.
Sin embargo, a pesar de lo complicado que puede ser a veces, nos alegra saber y, sobre todo, que hayáis compartido con nosotros, lo que más felices os hace de vuestro trabajo. ¡Mil gracias por ello y por vuestra labor!
Ver: ¿Qué os hace felices a los profesionales veterinarios? – Parte II
