Quizás alguna vez te hayas preguntado por qué algunos compañeros de profesión parece que saben afrontar ciertas situaciones del día a día veterinario mejor que tú. Puede ser que ellos hayan trabajado para aumentar su resiliencia. ¡Toma nota de lo que puedes hacer tú también!
¿Qué significa ser resiliente?
Según las palabras de la Asociación Estadounidense de Psicología, la resiliencia es el proceso de adaptarse bien frente a las adversidades, las tragedias, los traumas, las amenazas o cualquier otra fuente significativa de estrés.
Y no, no es necesario vivir grandes catástrofes para que eso ocurra, pues como sabéis, lidiar con el día a día en una clínica veterinaria a veces puede ser muy complicado. Especialmente cuando los niveles de autoexigencia son muy elevados.
Sí, la práctica veterinaria puede ser emocionalmente muy dura. Los profesionales de este sector acumulan responsabilidad, decisión tras decisión, día a día. Hay que lidiar con la muerte de algunos animales y el duelo que pasan las familias. A veces aparece la impotencia por no poder hacer más por un paciente o al ver la desesperación de un propietario, por no poder hacer frente a un tratamiento de su fiel amigo… y así un largo etcétera.
Es normal sentirse triste a veces por todo ello, agobiado, cansado… Pero también es normal (y positivo) querer aprender a hacerle frente sin que llegue a afectarte demasiado.
Consejos para aumentar la resiliencia en los profesionales veterinarios
Para empezar a ser un profesional veterinario con mayor resiliencia es importante que tengas en cuenta varios aspectos.
Debes poner los hechos en perspectiva
Los hechos son los que suceden y no se pueden cambiar. Lo que sí puedes cambiar es la manera en la que piensas sobre ellos y respondes a ellos.
En lugar de suponer que quizás no has hecho lo suficiente y sentirte responsable ante una situación que no ha acabado bien, piensa que has hecho todo lo posible con las cartas que te han tocado. Y este último punto es fundamental.
Por ejemplo, en ocasiones se hace hasta lo imposible para salvar a un paciente, pero ten en cuenta que la situación previa de ese paciente antes de entrar a tu clínica no es responsabilidad tuya. Quizás llegó a tus manos demasiado tarde.
Aprende de tu pasado
Piensa en alguna situación estresante ya pasada y en lo que hiciste ante ella o a quién recurriste para buscar fortaleza.
Toma nota de lo aprendido en esas experiencias.
Positividad ante todo
Otro de los consejos para aumentar la resiliencia en los profesionales veterinarios es intentar buscar la positividad. Es cierto que puede ser verdaderamente difícil ser optimista cuando parece que todo va mal, pero SIEMPRE se puede encontrar algo positivo.
Además, en muchísimas ocasiones las preocupaciones vienen por pensar en eventos futuros que muchas veces no se llegan a dar. ¡No adelantes acontecimientos!
Aceptar los cambios como parte de la vida
En ocasiones nos ponemos metas y sueños profesionales que pueden cambiar por muchos motivos.
Si no puedes volver al camino que tenías planeado, simplemente acéptalo.
Aprende a dividir los problemas en pequeñas porciones
Otro de los consejos para aumentar la resiliencia en los profesionales veterinarios es que estos deben aprender a dividir las situaciones negativas para hacerlas más manejables.
¿Qué significa eso? El problema que puede surgir puede ser excesivamente grande y difícil de controlar de una vez, pero, ¿y si lo tratas poco a poco?
En lugar de reflexionar sobre la medida final que deberías tomar, empieza por un paso más pequeño. Normalmente, ese primer paso es pararte unos minutos a respirar y calmarte para poder ver la situación con perspectiva. Eso ya no parece tan difícil, ¿no?
Cuida tus relaciones personales
Mantener una buena relación con la familia y los amigos es garantizarte una buena fuente de apoyo, aceptación y ayuda, lo que es fundamental para desarrollar tu resiliencia.
Otros tips para aumentar la resiliencia en los profesionales veterinarios
Además de lo mencionado, también puede serte útil:
- Escribir un diario con tus pensamientos y sentimientos más profundos sobre las situaciones experimentadas y por las cuales te has sentido angustiado.
- Cuidarte tanto física como mentalmente. La meditación y el yoga pueden ser muy efectivas.
- Pide ayuda psicológica si lo necesitas
No es tan difícil como piensas empezar a trabajar tu resiliencia. De hecho, reconocer que ahora mismo hay situaciones que podrías manejar mejor si aprendieses a ser más resiliente, ya es un gran paso.
