Ciberacoso en veterinaria: qué se puede hacer ante él

Ciberacoso en veterinaria: qué se puede hacer ante él

Consejos

Todos los centros veterinarios, en algún momento, tienen que enfrentarse a la incómoda experiencia de tratar con un cliente enfadado, maleducado o agresivo. Sin embargo, Internet ha traído consigo a otro tipo de personas que interactúan de forma negativa con tu centro sin tener que dar la cara, dando lugar al ciberacoso en veterinaria.

Malas experiencias en la clínica veterinaria con clientes

Como decíamos, raro es el centro veterinario que no se ha enfrentado alguna vez, en mayor o menor medida, a un cliente que reacciona mal. Algunos gritan en la sala de espera, dan portazos al salir o se enfrentan al personal de recepción.

Esa rabieta se puede quedar ahí, pero muchos la trasladan a Internet en forma de reseña negativa, además de dejar clara su opinión ante todos sus conocidos para evitar que os elijan como clínica veterinaria de confianza.

Sin embargo, los hay que van mucho más allá. Hay casos de acosadores que pueden tener o no conexión con tu negocio y que, simplemente por afán de provocar, por sus creencias o problemas personales, se dedican a insultar al colectivo veterinario. ¿Qué se puede hacer ante esto?

¿Qué es el ciberacoso?

Se define como ciberacoso al acoso o intimidación realizado por medio de las tecnologías digitales. Este puede darse en las redes sociales, las plataformas de juegos, de mensajería y los teléfonos móviles.

¿Qué es el ciberacoso?

Es un comportamiento repetitivo, cuyo objetivo es enfadar, atemorizar o humillar a otros. Por ejemplo:

  • Enviando mensajes, vídeos o imágenes hirientes, amenazantes o abusivos.
  • Difundiendo mentiras.
  • Publicando vídeos o fotografías vergonzosos de alguien en las redes sociales.
  • Haciéndose pasar por otra persona y enviando mensajes agresivos en nombre de la misma o a través de cuentas que no son reales.

El ciberacoso y el acoso cara a cara muy a menudo ocurren juntos. La diferencia es que el ciberacoso deja tras de sí una huella digital, la cual puede ser usada como prueba para ayudar a frenar ese abuso.

¿Qué hacer ante el ciberacoso en veterinaria?

¿Tu centro veterinario o uno de sus profesionales está sometido a ciberacoso debido a su labor? En estos casos:

  • Si el ataque se realiza por medio de un mensaje privado, lo mejor que puede hacerse es ignorarlo, no respondiendo y bloqueando dicho contacto.
  • Cuando se trata de ciberacoso en redes sociales, de manera pública, es importante responder con un lenguaje sosegado y positivo, basado en los hechos reales. Además, se debe solicitar amablemente el cese de esa conducta.

Ante un ataque que continúa, lo primero que deberías hacer es recopilar todas las pruebas posibles (grabaciones de audio, capturas de pantalla, mensajes, etc.). Luego, bloquea todos los perfiles que emplee el ciberacosador para no tener que enfrentarte a nuevos ataques.

Tras esto, para frenar el ciberacoso en veterinaria o ante cualquier otro ámbito, debes comunicarte con el centro de informes o con el aparado de moderación de la plataforma por la que se reciben los ataques. Puedes aportar las pruebas que se precisen.

Luego debes tener paciencia, ya que las resoluciones llevan un tiempo.

Si los ataques continúan de otra manera o se trasladan a otra plataforma, entonces tendrás que considerar firmemente tomar acciones legales.

Gestión emocional del ciberacoso en veterinaria

Los ataques infundados en las plataformas de Internet son producidos por una persona que no tiene ningún conocimiento sobre la víctima o poco sabe de ella.

Resultan, así, una violación de la ética y de los derechos fundamentales de respeto y dignidad.

Qué hacer ante el ciberacoso en veterinaria

Por ello, una vez que el problema haya sido abordado legalmente, lo ideal sería sentir que todo ha finalizado. No obstante, nuestras emociones a veces nos impiden cerrar del todo estas situaciones tan negativas.

El ciberacoso en veterinaria, como en cualquier otro ámbito laboral o de la vida, deja una huella emocional que puede ser muy difícil de manejar y que puede afectar seriamente después del incidente.

Estas situaciones pueden provocar depresión, ansiedad, baja autoestima y desgaste emocional. Debido a esto, es importante tener presente que eso es lo que realmente el acosador pretendía y con más razón hay que luchar para evitarlo.

Buscar el apoyo de los compañeros de trabajo, amigos y familiares es esencial para expresar lo que se siente. Es importante también volver a conectar con todo lo bueno que aporta tu trabajo a los pacientes y sus familias, y recordar qué es lo que te hace feliz de tu profesión veterinaria.

En caso de que seas responsable de un centro veterinario donde alguien está sufriendo ciberacoso derivado de su profesión, cuidar y ayudar a tu empleado o empleada debe ser una prioridad. Para ello, no dudes en buscar asistencia legal y ofrecerle ayuda psicológica en caso de que sea necesario.

La Declaración Universal de Derechos Humanos determina que ningún ser humano debe ser tratado de manera irrespetuosa o indigna. Esto se traslada también al mundo virtual.

La libertad de expresión no anula el derecho de las personas a ser tratadas con dignidad y respeto, por lo que no se debe permitir ningún trato abusivo, humillante o denigrante, ni en el ámbito personal, ni en el profesional.