Hacer ver a los cuidadores de felinos la importancia que tiene la detección temprana del dolor de los gatos, puede mejorar mucho la salud y bienestar de los mismos. Por ello, indica a los propietarios de gatos cómo detectar sus posibles dolores.
La dificultad para detectar el dolor en los gatos
Por mucho que las personas quieran y crean conocer a sus mascotas, hay ciertos aspectos que, con algunos animales, escapan del conocimiento.
Uno de ellos es el hecho de identificar y cuantificar el dolor de los felinos cuando no se es una persona entrenada en comportamientos vinculados al dolor animal.
Los gatos cuentan con un repertorio más reducido de comunicación social entre intraespecies y especies, y su domesticación comenzó mucho más tarde que la de los canes. Por eso, a los gatos les cuesta más comunicarse mejor con las personas que a los perros.
Todo ello puede influir en el retraso de la identificación del dolor por parte de sus cuidadores, hasta el punto de ser capaces de no verlos hasta que los signos clínicos de malestar son lo suficientemente graves como para impulsarlos a actuar.
Por eso, educar a los propietarios y cuidadores de gatos sobre la relevancia de la detección temprana del dolor y proporcionarles las herramientas necesarias para poder hacerlo, podría mejorar significativamente la salud y el bienestar de los felinos.
La Feline Grimace Scale
La Feline Grimace Scale (FGS) es una escala de muecas felinas que se considera un método fiable para evaluar el dolor agudo en los gatos, utilizando cambios en las expresiones faciales.
Esta escala incluye 5 unidades de acción (UA):
- Posición de las orejas.
- Ajuste orbital.
- Tensión del hocico.
- Cambios en los bigotes.
- Posición de la cabeza.
Cada una de las UA se califica de manera individual de 0 a 2, en la que 0 = UA está ausente, 1 tiene una presencia moderada de UA o hay dudas sobre su presencia o ausencia y 2 es una presencia obvia de UA.
La puntuación máxima posible dentro de esta escala es de 10, pero puntuaciones de 4 o más, ya sugieren que el felino siente dolor y es necesaria la administración de medicamentos analgésicos.
La FGS ha resultado muy válida y confiable en diversas condiciones médicas y quirúrgicas, usando tanto la imagen como la evaluación en tiempo real.
Sin embargo, hay otras herramientas que puedes indicar a tus clientes para detectar el dolor en los gatos.
Indica a los propietarios de gatos cómo detectar sus posibles dolores
Como bien sabes, los cambios en los comportamientos de los felinos sirven para reflejar, en muchos casos, síntomas de dolor y enfermedad. Por ello, indica a los propietarios de gatos cómo detectar sus posibles dolores, recordándoles estos aspectos reveladores:
- La dificultad para caminar, levantarse, saltar o subir escaleras. Esto se puede ver reflejado en que el animal deja de acceder a puntos de altura en los que antes solía pasar tiempo.
- Cambios en los hábitos de defecación o micción. Por ejemplo, dejar de usar la bandeja de arena.
- Disminución de la actividad y menos tolerancia al ejercicio. El felino juega menos y pasa más tiempo tumbado.
- Cambios en las interacciones con miembros de la familia. Un dolor crónico provoca una respuesta de estrés crónico, que, entre otras cosas, hace que disminuya la secreción de serotonina. Por eso, la irascibilidad aumenta y, con esta, las probabilidades de mostrar conductas agresivas.
- Modificaciones en la conducta de acicalamiento. El dolor provoca en el animal malestar generalizado, así como la incapacidad para realizar ciertos movimientos propios del acicalamiento. Sin embargo, también puede suceder que al tener un dolor localizado, el lamido se centre mucho en esa zona.
Recuerda a tus clientes que atender a estas variaciones del comportamiento habitual del gato, así como cualquier otra (dejar de comer, por ejemplo), es fundamental para una detección precoz del dolor.
