Prevenir el agotamiento que provoca el síndrome de burnout es posible gracias a una serie de técnicas que te permitirán ser más fuerte emocionalmente. Sin embargo, a veces la prevención no llega y lo que sí pasa es que se empiezan a producir ciertas señales de burnout que te hacen saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo.
¿Qué es el síndrome de burnout?
El síndrome de burnout hace referencia a una cronificación del estrés laboral. Este da lugar a una sensación de agotamiento físico y mental generalizado, que se prolonga en el tiempo y que altera la personalidad y la autoestima del trabajador.
Durante el proceso, la persona que lo sufre va perdiendo progresivamente el interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa frente a su labor.
El síndrome de burnout puede darse en cualquier ámbito profesional, pero es más común en el sector de la salud, lo que incluye a los veterinarios.
Señales de burnout que te harán saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo
Sientes que algo va mal con relación a tu trabajo y que no estás bien, pero no haces nada. ¿Por qué tocar fondo pudiendo pedir ayuda psicológica antes?
Un psicoterapeuta podrá diagnosticar qué es lo que te está pasando y brindarte las herramientas necesarias para superar y hacer frente a la carga emocional y estresante de la profesión veterinaria.
Pero, ¿cuándo pedir ayuda si estás tan mal que no eres consciente de esa necesidad? Toma nota de las señales de burnout que te hacen saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo.
Sientes una fuerte sensación de malestar, tristeza o sufrimiento de manera constante
En ocasiones, el sufrimiento se puede llegar a convertir en algo con lo que un profesional de la veterinaria aprende a vivir en la clínica.
Dentro de unos límites, puede ser normal que tras un evento negativo, sufras malestar y tristeza. El problema viene cuando eso se alarga en el tiempo, ya que puede volverse patológico y perjudicar el funcionamiento normal de tu vida y profesión.
Has perdido el control de tu vida
¿Tus niveles de ansiedad y agotamiento son tan grandes que has perdido el control de tu vida? Esto lo verás reflejado no solo en cómo vives tu profesión, sino en cómo te estás relacionando con los demás y contigo mismo.
Siempre hay que aprender a desconectar de la clínica veterinaria una vez sales por la puerta, pero si eres incapaz, el burnout acabará por dominarte.
Sientes estrés todo el tiempo
Otra de las señales de burnout que te hacen saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo es el estrés crónico.
Este es uno de los problemas más frecuentes en nuestra sociedad actual, y muy presente en la profesión veterinaria.
El estrés altera los pensamientos y los comportamientos, provocando reacciones fisiológicas, cognitivas, físicas, conductuales y emocionales.
Gracias a un terapeuta lograrás obtener las herramientas adecuadas para lidiar con el estrés cuando no puedas evitar que aparezca.
Tienes pensamientos negativos constantes
Cuando se sufre fatiga por compasión y burnout (ambos problemas muy típicos en esta profesión), puede suceder que rasgos del carácter, como la incapacidad de aceptar errores, el perfeccionismo o un sentido muy elevado de la responsabilidad, lleguen a un punto sin retorno.
Y eso no es lo peor, sino que estos, combinados con otros factores de riesgo, aumentan el riesgo de suicidio. Riesgo de suicidio que en veterinaria aparece desde la universidad.
Si esos pensamientos negativos te impiden vivir tu vida con total normalidad y tiendes a ver las cosas más catastróficas de lo que son, es hora de pedir ayuda psicológica.
La muerte de pacientes o el duelo de los familiares te afecta más tiempo del habitual
Un profesional del ámbito veterinario, como cualquier otro vinculado con la salud, tiene que aprender a convivir con la vida y con su contrapartida: la enfermedad y la muerte.
Muchas de las personas que se encargan del cuidado de los animales son PAS, es decir, Personas Altamente Sensibles. Esa peculiaridad puede llegar a complicar mucho el manejo emocional del dolor de los pacientes y sus familiares.
Seas PAS o no, cuando ese malestar y dolor se vuelve crónico y perdura en cada caso más de lo habitual, es cuando se habla de fatiga por compasión.
Esta es una de las principales causas del agotamiento en veterinaria, por lo que lo puedes ver como otra de las señales de burnout que te hacen saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo.
Te sientes frecuentemente enfadado o agresivo con tu círculo cercano
Podrías llegar a sentir ira o agresión hacia una persona o hacia el entorno laboral. También puede darse frustración como respuesta a una decisión que has tomado, por ejemplo, no saber decir «no» en el trabajo a tiempo.
Un psicólogo te ayudará a comprender mejor tu propio carácter y lo que te ocurre, aceptarte y a enfrentar mejor las situaciones que te afecten.
No logras dormir bien o no sientes que estás descansado cuando te despiertas
Son muchos los factores que influyen en el descanso de un veterinario: el ritmo de vida profesional, los turnos de noche, las urgencias… todo ello puede hacer que descanses mucho menos de lo que necesitas.
Aprender a dormir mejor es esencial para tu salud. Por ello, hay ciertas técnicas que puedes empezar a aplicar desde ya. No obstante, si no te funcionan, la terapia psicológica puede ayudarte.
No tienes claro tu futuro
Cuando no logras adaptarte a las exigencias de la profesión o estas son demasiado elevadas en tu caso, otra de las señales de burnout que te hacen saber que es el momento de buscar la ayuda profesional de un psicólogo es que pierdas de vista tus objetivos de futuro.
Puede que consideres abandonar la profesión y eso afectará a tu motivación y a tu bienestar general.
El psicoterapeuta te ayudará a conocerte mejor, saber cuáles son tus prioridades y deseos, y reconducir tu vida basándose en tu propósito.
Recuerda que buscar terapia no es un síntoma de incapacidad para manejar tu vida, sino que es algo que te ayudará a obtener más inteligencia emocional y a prepararte mejor para enfrentar los desafíos de tu profesión. ¡No permitas que ninguna de las señales mencionadas se intensifiquen y afecten a tu vida!