Un equipo de veterinarios del Hospital de Pequeños Animales perteneciente a la Universidad de Texas ha implantado recientemente un marcapasos a un hurón que tenía problemas de corazón. Desde 2006 no se realizaba una intervención de este estilo.
Los problemas de corazón de Hypnos
El propietario de Hypnos, que así se llama el hurón en cuestión, comenzó a detectar en el animal una letargia fuera de lo normal, así como problemas gastrointestinales.
Por esa razón lo llevó a su veterinaria de confianza, Becky Pacheco, que tras realizar un electrocardiograma descubrió en el animal una arritmia patológica, conocida como bloqueo auriculoventricular de tercer grado. Por esta razón, el corazón de Hypnos no latía tan rápido como debería.
La solución tendría que ser la implantación, por medio de una intervención quirúrgica, de un marcapasos. Con ello, se puede lograr un control de los latidos del corazón, gracias a los impulsos eléctricos.
La intervención
Con el fin de llevar a cabo la intervención en el Hospital de la Universidad de Texas tuvieron que trabajar en equipo varios expertos de la medicina veterinaria, además de técnicos, residentes y estudiantes de veterinaria de cuarto año.
Se trataba de una cirugía a contrarreloj, por las complicaciones de la misma y porque se trataba de un animal muy pequeño, al cual la anestesia le puede afectar mucho más y no debería estar bajo ella mucho tiempo.
La principal preocupación era, por tanto, no saber si el equipo podría moverse con la suficiente rapidez después de aplicar la anestesia, para posicionarlo, prepararlo, colocar el marcapasos y enchufar la batería.
Esto provocó momentos de estrés, pero la profesionalidad y las ganas de que todo saliera adelante, pesaron mucho más.
El problema inesperado fue que, mientras se preparaba al hurón para la cirugía, se descubrió que tenía un tumor en su páncreas, el cual le causaba un nivel bajo de glucosa en sangre.
Por suerte, ese tumor fue eliminado fácilmente durante el procedimiento para instalar el marcapasos.
La operación fue todo un éxito
Dos horas duró la operación completa en la que se implantó el marcapasos al hurón y se extirpó el tumor. Solo quedaba ver cómo respondía Hypnos, lo cual fue muy positivo de manera casi inmediata.
En las 48 horas posteriores a quitarle el tumor, la glucosa en sangre ya había vuelto a niveles normales. Además, el animal se mostraba ya con un carácter muy juguetón el día después de la cirugía.
Gracias al marcapasos, el corazón de Hypnos tendrá un ritmo constante de 120 latidos por minuto, lo cual le va a facilitar vivir el resto de su vida sin ningún peligro por la enfermedad que padece. En cambio, si no hubiese sido intervenido, el animal no hubiese vivido mucho tiempo.