El estrés hace que no seas consciente de lo que estás haciendo en tu clínica veterinaria

El estrés hace que no seas consciente de lo que estás haciendo en tu clínica veterinaria

Salud mental de los veterinarios

Un estudio ha evaluado el impacto negativo de la mala salud mental de los profesionales veterinarios y ha determinado que el estrés hace que no seas consciente del todo de lo que estás haciendo en tu clínica.

Una profesión gratificante, pero exigente

La profesión veterinaria es muy gratificante, pero su pone un alto nivel de exigencia y una gran cantidad de factores estresantes que pueden acabar por perjudicar la salud mental de los veterinarios.

Un estudio realizado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Guelph, y del Centro de Investigación en Seguridad y Salud Ocupacional de Canadá ha evaluado cómo la mala salud mental y un estrés demasiado alto en los veterinarios pueden afectar a la prestación de sus servicios.

Para esta investigación se entrevistó a 25 veterinarios que asistieron a una conferencia nacional en Canadá. Posteriormente, se analizaron sus respuestas sobre el efecto que tiene el estrés en una serie de ámbitos, como son la toma de decisiones, la concentración, la interacción con los compañeros del equipo veterinario y los clientes, así como la calidad de la atención que prestan.

La mayoría de los participantes eran mujeres (el 80%) y un 76% de las personas entrevistadas trabajaban en clínicas de pequeños animales. Además, la media de edad de los entrevistados fue de 49,7 años.

Los resultados de la investigación

Con relación a los ámbitos por los que se les preguntó, estas fueron las respuestas obtenidas.

Con los compañeros de trabajo

Los encuestados admitieron que el impacto del estrés en relación con sus compañeros de trabajo afectaba muy negativamente al trato con los mismos.

Confesaron sentirse más irritables y reconocieron que los auxiliares se llevaban la peor parte.

Peor ambiente en la clínica

Los participantes de la encuesta reconocieron que las situaciones estresantes desembocaban también un ambiente más negativo en el centro. Por ejemplo, muchos recordaban sentir tensión cuando un compañero se tomaba días libres por derecho.

Todo ello repercutía en su estado de ánimo.

Relación con los clientes

El impacto negativo del estrés también influye en la relación con las personas que acudían a la clínica.

Cuando vives estresado en el trabajo, puede suceder que no seas tan interactivo con los clientes. Eso provoca que no le expliques con precisión lo que tiene su mascota y que se vayan confundidos. A su vez, esto podría hacer que no volviesen más por la clínica.

Aun así, hubo intervinientes que afirmaron que su mala salud mental no tenía por qué tener un efecto negativo siempre en las relaciones con sus clientes. Es más, confesaron que forzaban una atmósfera alegre con los mismos si se sentían muy estresados, evitando así que su situación influyera en su trabajo veterinario.

Concentración

Los encuestados reconocieron que concentrarse cuando estaban estresados era más difícil y dificultaba su trabajo.

En algunos casos, los problemas de concentración se daban en los ratos libres de los veterinarios, cuando están inactivos.

También algunos de los profesionales encuestados aseguraron que la falta de concentración afectaba a su relación con los clientes, habiendo cometido errores porque estaban distraídos por otras cosas que se les pasaban por la cabeza.

Toma de decisiones

En la investigación, las personas que participaron describieron que las situaciones de estrés dificultaron la toma de decisiones en su día a día laboral. Esto provocó que los profesionales se cuestionaran sus propias decisiones, generándose a sí mismos inseguridad.

Describieron como “un círculo vicioso que se retroalimenta” al hecho de que la mala salud mental les generase dudas en su trabajo.

Atención prestada en la clínica

Los veterinarios que participaron en la encuesta destacaron que sus problemas de salud mental influyeron en la disminución de la calidad de atención prestada en la clínica.

Expresaron que su mal estado de ánimo daba como resultado una incapacidad para evaluar de manera eficiente a los pacientes, llevando a cabo exámenes breves y no brindando al animal la atención adicional que a veces es necesaria.

Uno de los encuestados afirmó que si estás estresado no eres consciente del todo de lo que haces en tu trabajo. Esto puede llegar a ser peligroso, ya que ante un diagnóstico no puedes ceñirte solo a unos números, sino que hay otros factores a los que se les debe prestar atención.

Los autores del estudio advierten que el estrés demasiado elevado y/o la salud mental deficiente pueden llegar a ocasionar impactos negativos generalizados y de gran alcance en la prestación de atención veterinaria.

Por ello, consideran necesario que se implementen intervenciones y estrategias de bienestar adicionales tanto a nivel clínico como organizaciones, con el fin de salvaguardar la salud mental de los profesionales veterinarios y garantizar que estos puedan desarrollar su actividad con sus facultades sin alterar por el estrés.