Para cuidar de la salud de los gatos son imprescindibles las visitas al centro veterinario. Sin embargo, hay muchos factores que pueden hacer que una visita o ingreso en la clínica acaben siendo una experiencia muy negativa para los felinos. Por ello, los expertos han desarrollado una serie de tips para tener una clínica «cat friendly».
¿Cómo afectan las experiencias negativas en la clínica a los gatos?
La experiencia de un gato en un centro veterinario incluye su viaje hasta la clínica, las interacciones del mismo con los profesionales veterinarios, el entorno social en la clínica, como la presencia de otros animales en la sala de espera, y el entorno físico del centro.
Dicho esto, las evidencias indican que las primeras visitas de estos animales a un centro veterinario pueden afectarle, aun siendo joven, de por vida.
Cuando la visita del felino se convierte en una experiencia negativa para el animal, esto puede tener muchísimo alcance y se puede ver reflejado en episodios de estrés o que la recuperación del gato se prolongue más de lo normal.
Además, esto también puede afectar al resultado de las analíticas, siendo más probable que los resultados sean engañosos. También pueden darse lesiones a la hora de que el equipo veterinario maneje al animal o que dicho manejo se complique en visitas futuras.
Tips para tener una clínica «cat friendly»
Las guías elaboradas por los profesionales de la Asociación Americana de Veterinarios Felinos (AAFP) y la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM), y publicadas por la asociación International Cat Care, tienen como pilar fundamental el reconocimiento de que el bienestar mental es tan esencial como la salud física de los animales.
- Para comenzar a crear una clínica cat friendly lo primero es que todos los miembros del equipo veterinario comprendan al animal.
- Es importante que la estimulación visual sea minimizada. Esto incluye reducir las imágenes de gatos y otros animales que pudiese haber en la clínica (en carteles, pantallas, etc.), pues pueden percibirlas como amenazantes.
- Se debe mantener a los felinos alejados de otros pacientes y de equipos clínicos que provoquen ruidos. Además, cuando se hable al gato o cerca de él, las vocalizaciones de las personas deben ser suaves y amables.
- También es crucial eliminar los olores que puedan representar un potencial desafío para los felinos. Por ello, hay que barrer con frecuencia para retirar el pelo de los perros y vaciar los contenedores donde haya desechos con olores fuertes.
- Se pueden emplear feromonas felinas sintéticas con el fin de crear un lugar más tranquilo y agradable para el animal.
Los autores de estas guías indican, además, que los ajustes para lograr un centro veterinario más cat friendly no requieren de grandes cambios estructurales ni costosos.